NUEVA YORK – Más allá de la rivalidad, Rolando “Rolly” Romero quiere hablar de algo más profundo que el boxeo: la salud mental. A días de enfrentar a Ryan García en la pelea estelar del evento “FATAL FURY: City of the Wolves”, Romero se abrió con The Ring sobre su batalla personal contra la depresión.

“El año pasado fue muy difícil para mí,” confesó Romero. “Estaba luchando contra mis propios demonios. Me abrumé intentando convertirme en un mejor hombre para mí mismo.”

A pesar de las grandes bolsas que ganó enfrentando a Gervonta Davis e Isaac Cruz, Rolly descubrió que el dinero no llena los vacíos emocionales. Su derrota por nocaut técnico ante Cruz en 2023, sumada a años de conflictos internos y un proceso legal superado en 2021, lo llevaron a tocar fondo.

Fue una terapeuta recomendada por una amiga quien lo ayudó a salir del pozo.

“La terapia me ayudó a hablar de cosas que pensé que estaban bien. Algunos dicen que ir a terapia te hace débil. Yo digo que admitir que tienes un problema te hace un hombre de verdad.”

Conexión emocional con su rival

Esa experiencia personal ha cambiado su visión sobre Ryan García, cuya conducta errática antes y después de su pelea con Devin Haney levantó muchas dudas en el mundo del boxeo.

Romero fue uno de los pocos peleadores que lo apoyó públicamente cuando García se retiró en 2021 para enfocarse en su salud mental. En lugar de burlarse, lo llamó directamente:

“Le mandé un mensaje y le dije: ‘Algunas cosas en la vida son más importantes que el boxeo’. Me dio su número y hablamos. No me contó nada en detalle, pero pude ver en sus ojos lo que estaba pasando.”

Romero reconoce que, con el tiempo, desapareció cualquier odio o animosidad hacia Ryan. Hoy ve a García como alguien que ha crecido, como él mismo.

“Todos tenemos demonios. Yo supe de inmediato lo que él estaba viviendo. Y si prestas atención, verás que fui el único que realmente lo apoyó cuando todos los demás se reían de él.”

García (24-1, 20 KO, 1 NC) lo reconoce:

“Muchos boxeadores batallan con la salud mental. Es bueno que nos preocupemos el uno por el otro, sin perder la competitividad,” declaró García a The Ring.

“Nunca sentí verdadero odio hacia Rolly. Creo que vamos a dar una gran pelea.”

Una pelea con más que cinturones en juego

Este viernes, ambos pelearán por el título mundial secundario welter de la AMB. Pero para Romero (16-2, 13 KO), la victoria personal ya está en marcha.

“Pasé de no tener nada a tener mucho de golpe. Y eso te afecta. La fama, los cambios, el trauma… Todo eso se acumula.

Me considero afortunado por estar aquí, por haber superado lo que superé. Pero aún hay mucho que sanar.”

Romero planea retomar la terapia una vez que termine la pelea. Porque, como bien sabe, los combates más duros no siempre ocurren bajo las luces del ring.